Con este post pretendemos intentar desmitificar la creencia sobre que el pan engorda con argumentos, para que podáis explicar-lo a vuestros clientes, que seguramente ya os lo habrán preguntado.

Para empezar el pan es un producto equilibrado, que principalmente aporta Hidratos de Carbono, algunas proteínas y casi nada de grasa. Además en la pirámide alimentaria, el pan se sitúa en su base, es decir que es considerado un alimento de consumo diario, preferiblemente el integral.
En la sociedad sedentaria en que vivimos, consumimos demasiadas grasas i proteínas i pocos Hidratos de Carbono, elemento que proporciona el pan. Un descenso en su consumo puede resultar desfavorable desde el punto de vista nutricional, sanitario i de control de peso.
El poco contenido graso que contiene, lo encontramos en forma de Acido Oleico i Linoleico, ácidos grasos mono saturados y poliinsaturados.
Como minerales más destacables en el pan, encontramos el hierro, el zinc, el selenio, el potasio, el magnesio y el fósforo, y a nivel de vitaminas destacar que el pan contiene acido fólico, niacina, vitamina B2, B1 y B6.
La fibra que nos aporta el pan blanco y el integral es muy valiosa ya que en la dieta española es deficitaria en fibra.
Si se compara un menú con pan y otro sin pan, se constata que el que contiene pan tiene una mayor cantidad nutricional i que permite aproximarse más a la dieta y a los objetivos nutricionales deseables. Y si la mitad del 55% de Hidratos de Carbono son en forma de productos integrales, también quedan cubiertas las necesidades de fibra de la dieta.

Esperamos haberos ofrecido suficientes argumentos para desmitificar que el pan engorda.