Una vez conocidos los datos de consumo de pan del año pasado en España, vemos que estos siguen cayendo un año más. Por ejemplo si comparamos los datos de consumo de pan por habitante en Cataluña, veremos que en 2011 se consumían 35 quilos de pan por habitante, y que en cambio el año pasado sólo se consumieron 32 quilos. Algunas de las causas de esta bajada pueden ser los productos de poca calidad y el pan congelado.

Como dato positivo nos gustaría destacar una tendencia hacia el optimismo ya que durante este año se han abierto muchas panaderías, y por parte del colectivo panadero se han llevado a cabo iniciativas como “el pan no engorda” o “pan cada día” que recuerdan la importancia de introducir el pan en una dieta equilibrada.

Además también se están haciendo diferentes esfuerzos para recuperar la artesanía en el oficio, el uso de levaduras naturales y el rechazo a aditivos y mejorantes.