El país vecino es el rey de las baguettes, pero aquí conocemos sobre todo las baguettes parisinas, y justo cruzando los pirineos podemos encontrar unos panes fantásticos sobre amasados y con una miga blanquísima, gracias a las harinas de trigo duro que se cultivan en los campos occitanos.
La harina que se utiliza para hacer las baguettes occitanas es amarilla pálida, con un toque dulce y muy suave y cremosa, con lo cual se consigue un pan muy hidratado, con una corteza muy crujiente, una miga bien alveolada y con mucho sabor. Además es un tipo de pan muy tolerante a la fermentación porque contiene una gran cantidad de gluten, el cual permite que las barras de pan mantengan su capacidad de abrirse en un intervalo mayor de tiempo.
Si queréis probar este tipos de baguettes, aquí os dejemos la receta.
