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Ahorrar energía es importante, tanto para la economía de las empresas como para la ecología. En panadería hay algunos parámetros que nos pueden ayudar a controlar el gasto energético si los tenemos en cuenta.

El principal es el aislamiento térmico del horno.; es esencial que durante la cocción las calorías del horno se queden en la cámara de cocción para cocer el pan y que no se “escapen” hacia la tienda o al exterior.Este aislamiento se hace mediante lana de vidrio o de roca, o con cualquier otro aislante de este tipo como los cristales que aplican las nuevas tecnologías.

Si tenemos dudas sobre su aislamiento, para saber si el horno de nuestro local conserva o pierde la energía que consume basta con tocar la pared o el cristal externos. Si quema, es que ese calor  que estamos sintiendo se está perdiendo en el local y no está trabajando sobre la cocción de los productos panarios.

 También es importante intentar que el horno no se quede encendido inútilmente. Si no se está cociendo, el horno tiene que apagarse de forma automática y sin necesidad de que intervenga el panadero. Es una buena manera de controlar el gasto energético.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que disminuir la potencia del horno no siempre es una buena forma de ahorrar energía, ya que para cocer una masa determinada es necesario cierto aporte de energía durante cierto tiempo, y si reducimos la potencia del horno probablemente necesitaremos más tiempo de horneado y acabaremos consumiendo la misma cantidad de energía.